Los perros son animales realmente increíbles en todos los sentidos. Siempre están ahí como apoyo cuando los necesitamos.
Para Caleb Howard, de 8 años, de Huntsville, EE. UU., la vida le cambió hace un año. Caleb estuvo involucrado en un accidente automovilístico muy grave que provocó la muerte de su madre, Janine, y su hermanos Esther y Matthew.
Caleb sobrevivió, pero sufrió una lesión cerebral, y el pequeño de 8 años nunca volvió a ser él mismo.
Sin embargo todo cambió cuando conoció al Golden Retriever Colonel.
Esta increíble historia muestra lo increíblemente inteligentes que son los perros. Quienes afirman lo contrario deben mirar el vídeo que hay más abajo.
La vida de Caleb Howard, de 8 años, se puede dividir en dos partes: antes y después del accidente que le costó la vida a la madre y a sus dos hermanos. Caleb salió herido gravemente en el accidente automovilístico y millones de sus neuronas fueron destruidas. No podía moverse y en un momento dado los médicos no estaban seguros de si sobreviviría.
Lo hizo, pero su vida nunca volvió a ser la misma. La cuestión era si alguna vez volvería a sentir alegría.
A pesar de que hizo progresos en la rehabilitación, eran tan pequeños que los médicos apenas los notaban.
Pero un día, la familia decidió que Caleb conociera a un perro de terapia. Están entrenados para ayudar a las personas que viven experiencias traumáticas. Estos perros trabajan con pacientes para aumentar la motivación y recuperar la esperanza.
La familia no tenía grandes expectativas con el Golden Retriver Colonel, pero cuando Caleb conoció al perro, mostró pronto un progreso poco habitual en la rehabilitación. El perro consiguió algo increíble, de repente, Caleb volvió a ser feliz.
Pero no solo estaba feliz, sino que también mostró mayor consciencia. De apenas ser capaz de moverse, Caleb pasó a comenzar a jugar con el perro y lanzarle pelotas. Trató de abrazar al perro y el progreso iba siendo cada vez mayor cuanto más tiempo pasaba con el perro.
El vídeo de abajo tiene casi nueve millones de visualizaciones. En él se ve el maravilloso momento en el que el pequeño se encuentra con el perro de terapia. A mí me conmovió mucho verlo. Es increíble. Ahora cruzamos los dedos para que Caleb viva una larga y feliz vida.
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