Los perros necesitan moverse, correr, utilizar su olfato y jugar con otros perros.
Cierto que alguna vez deben estar atados por su propia seguridad, pero todos los perros se sienten bien si pueden a veces correr en libertad.
Herschel es un precioso pastor alemán que desgraciadamente no tuvo una buena y saludable vida. Los últimos cinco años se los había pasado sentado encadenado a un palo y no recibió ni el amor ni los cuidados que se merecía.
Finalmente ha sido rescatado, no una sino dos veces, porque desgraciadamente no todas las historias de rescate tienen un final feliz.
Herschel era un perro feliz y muy energético cuando fue adoptado, y sencillamente esto era demasiado para su nueva familia. Y por ello decidieron devolverlo a la protectora de donde lo habían adoptado.
Parece que el futuro de Herschel no era muy positivo. Todos pensaban que iba a tener que vivir el resto de su vida sin una familia que lo amara.
Por suerte había alguien que tenía otros planes para Herschel. Y se le presentó una nueva oportunidad para mostrarle al mundo el fantástico perro que era. Y gracias a Rocky Kanaka y su espectáculo, ”Dogs day out”, Herschel pudo vivir el mejor día de su vida.
Y así dijo Rocky:
”Pudo ver la nieve por primera vez, recibió muchos abrazos y puedo sentir el amor. El día le permitió recibir mucha atención y conseguimos llevarle a los Ángeles para poder dejarle con su nueva y finalmente nueva familia que vivía en el estado de Washington».
Pero ningún día está completo sin una excursión a la playa. Cuando ves la reacción de Herschel al ver el mar por primera vez, no puedes más que sentir hincharse tu corazón. Y entendí perfectamente porque su nueva familia adoptiva lo había elegido.
Estaba emocionado y confundido al mismo tiempo. Nunca antes había visto algo igual.
Rocky fue precavido en un principio porque no sabía como Herschel iba a reaccionar, pero tras unos primeros momentos el animal tuvo la oportunidad de sentir las olas mecerse sobre su cuerpo peludo. ¡Qué felicidad!
”Trataba de morder a las olas y saltaba encima de ellas como un delfín. No sé si era un delfín, un dinosaurio o un peluche, pero solo se esto: me conmovió y me llenó de felicidad saber que le iban a querer para siempre».
Mira en el siguiente vídeo cuando Herschel ve el mar por primera vez:
La mirada de felicidad en sus ojos cuando van en el auto y al frente del mar es hermosa, y así deberían estar todos los animales
Gracias a todos los involucrados que le devolvieron la vida a este perro