La amistad puede llegar de muy diversas maneras y formas y no entiende de razas.
O por lo menos es el caso de Kolima, una perita de 1 año de edad que nació con un problema en la columna vertebral. Ningún otro perro quería jugar con ella porque apenas podía moverse.
Pero gracias a ello conoció a su mejor amigo, el burro Paolo.
Kolima nació con el síndrome de Wobber, una enfermedad de la columna vertebral que la hacía temblar cuando caminaba y que la impedía estar de pie. Esto a su vez le impedía jugar y correr como los otros perros y por ello siempre se encontraba sola.
A pesar de que Kolima era una perra juguetona y alegre, los demás perros no querían jugar con ella. Sin embargo, Kolima tenía un inesperado animal en la granja que estaba pendiente de ella.
Se convirtieron en mejores amigos
Al burro Paolo, de 6 años, le gustaba mucho Kolima. Esta perra discapacitada encontró en Paolo un verdadero amigo que la buscaba siempre con cariño y pasaban mucho tiempo juntos.
– El único momento en que encuentra Kolima la energía suficiente para levantarse y jugar es cuando le traigo a Paolo, comenta el dueño de la finca Felice Caputo a The Dodo.
– Creía que había adoptado un cachorro pero todos los días me doy cuenta de que esta perra ha sido adoptada por mi burro.
La amistad llega realmente de formas diversas. Pero lo más importante es que no importa lo diferentes que seamos, la amistad nunca se interpondrá en el camino.
¡En el vídeo de abajo puedes ver cómo Paolo y Kolima juegan juntos, una bonita amistad entre dos increíbles animales!
Kolima y Paolo son una prueba de que la amistad no entiende de razas. Comparte si estás de acuerdo.