Los perros tienen la maravillosa capacidad de mostrarnos cuando algo no marcha bien. Pueden ver que estamos tristes, intranquilos o enfadados solo con vernos. Pero esta no es la única cualidad que poseen.
Con su increíble sentido del olfato pueden descubrir cuando hay algo que no marcha bien en nuestro cuerpo.
Y eso es precisamente lo que Keola hizo.
Keola vive con sus dueños Ricky y Alhanna en South Yorkshire en Inglaterra. Es una más de la familia y adora a sus dueños.
En el 2015 Alhanna se quedó embarazada. y Keola supo que pronto iba a venir un miembro más a la familia.
La perra estaba muy contenta al ver que el vientre de su dueña crecía. Era como si comprendiera que allí dentro crecía un bebé. Pero de repente algo sucedió.
El comportamiento de Keola cambió totalmente. La perra mostraba un enorme e inusual interés por el vientre de su dueña. Aullaba, se frotaba y empujaba el vientre como queriendo mostrar algo.
Y al mismo tiempo Alhanna empezó a tener mucho dolor en la espalda.
Alhanna visitó al médico para ver porque le dolía tanto la espalda, pero no encontraron nada malo. Así que ella pensó que el dolor era debido al aumento del bebé en su vientre.
Cuando volvió del hospital, Keola se quedó sentada mirándola fijamente. Alhanna se preocupó nuevamente.¿Por qué se comportaba la perra de manera tan extraña?
Tomó una fotografía de la perra y la publicó por Facebook para mostrárselo a sus amigos. Estos reaccionaron inmediatamente y le dijeron que tenía que tomarse en serio la conducta de Keola. Los perros tienen un instinto especial y notan cuando algo marcha mal.
Con el tiempo la conducta de Keola se hizo evidentemente más extraña. Finalmente Alhanna decidió volver al médico para un nuevo control – y esta vez si que encontraron el problema.
Ese problema que la perra detectó siempre.
Parecía que Alhanna estaba bastante grave y su vida corría peligro. Tenía una infección doble en el riñón, además bastante inusual.
Pero acudió al hospital a tiempo y comenzaron el tratamiento de inmediato.
Gracias a los constantes avisos de Keola, tanto Alhanna como su bebé sobrevivieron.
Unas semanas más tarde nació el hijo de la familia, y Keola pudo finalmente conocer a su hermano menor. Se hicieron amigos de inmediato.
Keola sigue protegiendo al pequeño Lincoln, al igual que hizo con su madre. Los dueños Ricky y Alhanna sonríen felices al tener una perra tan inteligente y protectora.
Es increíble lo que los perros pueden hacer por nosotros. ¡Keola es una verdadera heroína y merece que se la elogie por su comportamiento!
¡Comparte este artículo con tus amigos si piensas también que Keola se merece este reconocimiento!