Para aquellos que consideramos a nuestras mascotas miembros de nuestra familia, su perdida es un golpe durísimo.
Ellos nos lo dan todo e imaginarnos que por un descuido ahora están solos, desvalidos y sin nadie que les de cariño o un techo es desgarrador.
Imaginen cómo será también este sentimiento para un niño pequeño como el de esta historia.
Víctor estaba desolado cuando su perrita Lulu se perdió en la localidad de Tunja, en Colombia.
No sabían exactamente qué había pasado con Lulú, una perrita criolla de apenas tres meses, que se perdió o fue robada a pocos metros de su casa.
Todo ocurrió un día, cuando tras dejar a Victor en el colegio, su madre Liliana se fue con la perrita a comprar a una tienda.
Al salir la perrita ya no estaba y la tendera le dijo que un señor había comprado salchichón para dárselo al animalito y ya no lo vio más.
El golpe fue muy fuerte para Víctor, quien adoraba a Lulú. Pero a pesar de la tristeza, se secó las lágrimas y empezó a dibujar en una hoja de cuaderno el retrato de su amada perrita.
Tomó los colores rojo, café y negro y dibujó los carteles en los que se leía “Me perdí, puedes ayudarme a estar con mi familia”.
Sus hermanas le ayudaron a distribuir los carteles de “se busca” por el barrio y el cartel llamó la atención de los vecinos.
Uno de ellos colgó en Twitter el siguiente comentario:
"Este es el aviso más tierno que he visto en mi vida, ver al niño pegándolo de poste en poste, me partió el corazón y más cuando le pregunté la situación: él está destrozado, se le perdió o se la robaron de la puerta de su casa en el barrio Kennedy de Tunja", vecino del niño. pic.twitter.com/nAeFHBsROb
— Boyacá Sie7e Días (@boyacasietedias) February 11, 2018
Según informó el diario El Tiempo, Víctor echó a su madre la culpa de que se perdiera la perrita y está totalmente decidido a encontrarla. Incluso usó sus propios ahorros para poder hacer las copias del anuncia.
Después de colgar el anuncio, la madre del niño recibió una llamada donde un señor le decía que se había encontrado a la perrita pero que se la regaló a su hija y no pensaba devolverla.
Víctor se quedó tremendamente triste y una vecina le dijo que le iba a comprar una nueva cachorrita.
Pero la gente no entiende que un amigo es insustituible.
A pesar de eso, Víctor ya tiene nombre para su nueva futura amiga: Sakira.
Qué pena que no hayan podido reunirse los dos amigos. Esperamos que Víctor pueda pronto tener a una nueva amiguita peluda a su lado.
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