Las grandes ciudades parecen ser el caldo de cultivo perfecto para las actitudes individualistas y grises.
Escudados bajo el manto del anonimato, algunos seres humanos se deshumanizan y se olvidan de ayudar al prójimo. Basta con mirar a otro lado, a la pantalla del móvil, como si la desgracia ajena no fuera con ellos.
Eso es lo que le sucedió hace poco a un pasajero ciego llamado Amit Petel, quien se subió a un vagón de ferrocarril en Londres. Sorprendentemente, todos los asientos para discapacitados estaban ocupados por personas perfectamente sanas.
Nadie se inmutó para cederle un asiento…
Amit Petel tiene 39 años y perdió la vista hace 5 tras sufrir una hemorragia en sus ojos. Desde entonces, su perra Kika le acompaña para ayudarle a orientarse por la ciudad de Londres, donde vive.
If there was ever a conversation starter…seeing a #GuideDog proudly wearing odd socks is definitely up there! 🤣🐶🧦 I’m loving promoting World Downs Syndrome Day 💜💜 #lotsofsocks #rockyoursocks #wdsd2018 #wdsd18 #dsapfamily @DSAInfo @guidedogs @GuidedogsLondon #TheKikaEffect pic.twitter.com/4VPSKa8KJs
— Kika & Quark (@Kika_GuideDog) March 21, 2018
Según reporta el diario Metro, ese día Amit y su perrita guía se subieron al tren. Era un día lluvioso y estaba lleno, pero caminaron hasta la zona donde sabían que hay asientos para discapacitados.
Al llegar, dio la orden a su perra para que encontrara un asiento, pero estaban todos ocupados por personas que no eran para nada discapacitadas.
A pesar de ello, nadie se dignó a levantarse para cederle un lugar.
El suelo estaba resbaladizo y era difícil tanto para Amit como para Kika mantener el equilibrio.
El joven tuvo que viajar todo el trayecto pegado a las puertas, tratando de mantenerse en pie y con Kika al lado apoyándole.
Amit tiene una cuenta de twitter para él, pero también una a nombre de Kika. En esta ocasión, decidió usar la cuenta ficticia de su perrita para denunciar lo sucedido .
Amit publicó fotografías donde se puede ver a la gente ocupando los lugares para discapacitados.
Pero la que más comentarios ha generado fue la foto de su perrita Kika, enormemente decepcionada por no ser capaz de encontrar un sitio para su dueño.
Es intolerable que la gente fuera tan egoísta como para no ayudar a este pobre chico ciego, que ya tiene bastante con enfrentar su ceguera.
Muchos se han mostrado indignados con la actitud de los pasajeros, nadie tuvo la amabilidad de ayudarle.
Por favor, tomémonos esto como una gran lección. Si vemos a alguien con discapacidad, siempre tenemos que cederle el asiento en un transporte público. Y si ves que la gente no lo hace. ¡No te quedes callado! Compártelo si estás de acuerdo.