Normalmente, cuando salgo con mi perro, todo va bien. Disfruto un poco de aire fresco, pienso en mis cosas y a veces escucho música con mis auriculares.
Pero de vez en cuando, mi perro capta el olor de algo y quiere llevarme hacia algún sitio concreto.
Por lo general, no pienso mucho en eso, pero a veces me pregunto por qué habrá querido ir, con tanto interés, para ese lugar concreto.
Cuando Jim Passmore salió a pasear con sus perros en Oklahoma, se dio cuenta de que el animal se dirigía hacia un arroyo cercano. Y allí había algo.
Al principio, Jim pensó que habían encontrado un castor gigante atrapado en la orilla, debido a que hay castores en la zona, no es extraño que Jim pensara que se tratara de este animal. Pero resultó ser algo completamente diferente.
Después de un examen más detenido, Jim descubrió, para su sorpresa, que en realidad era un perro. Un perro viejo y cansado.
Jim llamó a las autoridades y juntos sacaron al animal, que se encontraba inmóvil del agua.
El perro, al que después pondrían el nombre de Teddy, tenía bastante sobrepeso. Además, según la policía, el pobre perro, de 8 años, tenía dificultades para levantarse.
La edad y el peso extra de Teddy le dificultaban salir del agua.
Afortunadamente, los rescatistas pudieron salvarlo y llevarlo al Hospital de Animales de Alta Vista para recuperarse.
Pero esta no sería la única vez que la vida de Teddy sería salvada.
Después de recuperarse en el hospital, vieron que no había sitio para él y decidieron sacrificarlo. Lo metieron en una jaula y tras las rejas esperaba la muerte.
Pero afortunadamente, la Alianza de Oklahoma para Animales pronto se llevó a Teddy.
Teddy era tímido y tenía miedo de los humanos, y los defensores de los animales pensaron que podían darle más tiempo para encontrar un nuevo hogar.
Pero nadie parecía querer a Teddy. Su antiguo dueño se había ido sin dejar rastro y nadie estaba particularmente interesado en adoptar a un perro mayor.
Entonces apareció un héroe llamado Jessie. Había cuidado a Teddy en el Hospital de animales de Alta Vista y era una de las pocas personas en las que confiaba.
Ahora, Teddy está mejor que nunca y vive en la granja de Jessie, junto con varios perros más, según su página de Facebook.
Tiene mucha comida, corre libre y vive en paz. ¿No es maravilloso?
¡Qué bueno que la historia de Teddy tenga un final feliz! Podría haber terminado mal no solo una vez sino dos veces. Pero gracias a personas de buen corazón, Teddy vive ahora feliz.
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