Andi Davis, una mujer de Phoenix, hizo algo fantástico cuando estaba afuera andando hace unos años.
Estaba por el lado de una montaña cuando descubrió a un pitbull de dos años al lado del sendero.
El perro estaba completamente quieto, Andi casi se atropelló con el él.
Según Arizona Humane Society, Andi le dio un poco de agua al perro. Ella inmediatamente se dio cuenta de que el animal necesitaba su ayuda. El pobre perro estaba herido y exhausto.
«Mi madre tomó al perro en sus brazos y luego me miró. Casi pensé que el perro la iba a morder», dice Jessi, la hija de Andis, a AZ Central.
Pero cuando la hija miró al perro a los ojos entendió que ahí solamente había gratitud.
”Yo vi que era un perro muy querido», dice Jessi.
La madre, Andí, cargó al perro que pesaba 18 kilos, y lo bajó de la montaña. Esto fue un camino de 1 kilómetro.
«Él hizo que cambiara de opinión de lo que un pitbull es y no es», cuenta Andi.
Luego llevó al perro lesionado al centro de rescate Arizona Humane Society.
”Yo pensé que nunca más lo iba volver a ver», cuenta la hija Jessi, según CNN y sigue:
«Yo sabía que estaba en buenas manos, pero igual me sentía muy triste.»
Cuando el veterinario revisó al perro encontró algo que lo dejó en shock. Tenía una herida abierta en el estómago y además había fragmentos de balas por la espalda del pitbull. Una de las balas estaba en la mitad del cuello. Probablemente alguien trató de asesinar al perro arriba en la montaña. Y era obvio que luego lo habían dejado ahí a morir.
Pero gracias a Andi y a Jessi el perro tuvo una nueva oportunidad. El pitbull ahora se llama Eliajh y afortunadamente esta historia tuvo un fin feliz.
Porque Eliajh fue adoptado por los ángeles que lo encontraron.
”Mi mamá ya tiene un perro, mi papa tiene uno y yo tengo uno», cuenta Jessi.
”Pero Elijah es el perro de toda la familia. Él es muy especial».
¿Cierto que es maravilloso saber que hay tantos animalistas tan buenos?
¡Hoy en día, Jessi y Elijah son mejores amigos!
Te invitamos a poner «me gusta» si también opinas que todos los perros se merecen un hogar seguro y amoroso. </strong