El perro Turbo, de 11 años, se escapó de su casa en Marco Island, en Florida, un domingo de diciembre. Turbo quería olfatear el nuevo barrio, quizá perseguir a un gato o encontrar algo interesante en las papeleras.
Pero la tarde no se desarrolló como Turbo había imaginado. De repente Turbo cayó al canal y no podía subir. Había mucha agua y Turbo no podía poner sus patas en el suelo. Empezó a tragar agua y creyó que su hora estaba cerca.
Pero entonces apareció ayuda de donde menos lo esperaba.
Turbo llevaba perdido 15 horas. Su dueña, Cindy Burnett, cuenta que se dejó la puerta abierta y el perro escapó.
Cindy y su hijo buscaron desesperadamente a Turbo. Dieron vueltas por todo el barrio durante 6 horas.
Luchaba por su vida
Al mismo tiempo Turbo luchaba por su vida en el agua. No había nadie en la zona y nadie pudo oírlo. Cada vez se encontraba más débil.
Entonces se acercaron un grupo de delfines. En la zona de Marco Island, en Florida, a veces se pueden ver delfines por los canales que cruzan la ciudad.
Los delfines vieron a Turbo y sintieron curiosidad. Era como si hubiesen entendido que necesitaba su ayuda.
Los delfines no podían sacar al perro del agua, pero había otra cosa que sí podían hacer: ruido.
Los delfines comenzaron a nadar alrededor de Turbo salpicando agua. Quizá era solo un juego, o quizá sabían que así iban a captar la atención de las personas.
Kastade sig i vattnet
No pasó mucho tiempo hasta que consiguieron su objetivo y unas personas se acercaron para ver qué pasaban con los delfines. Entonces vieron a Turbo. Un mujer se lanzó al agua y consiguió sacar al agotado perro.
Ya era lunes por la mañana y Turbo llevaba perdido 15 horas.
Turbo pudo volver a casa. Pero si no hubiese sido por los delfines, el perrito se habría ahogado en el agua helada.
Los animales son más listos de lo que muchos creen. ¡Comparte esta maravillosa historia para que todos lo sepan!
Nota: la foto de portada de Facebook es solo ilustrativa, no pertenece a la historia.