Jenni Benson y su marido, Guy, tiene una yegua llamada Daisy. Cuando descubrieron que estaba preñada, quedaron felices. Entonces esperaron varios meses para que su cría viera la luz del día.
Cuando Daisy ya se había pasado de cuentas por una semana, la pareja empezó a ponerse nerviosa.
Pero cuando llegó el gran día, se fueron corriendo al establo, donde Daisy iba a dar a luz a un pequeño potrillo llamado Don Quixote.
Guy ayudó al potrillo a levantarse y la pareja le vio dar sus primeros pasos.
Pero entonces Daisy de repente empezó a actuar de forma extraña y la pareja hizo un descubrimiento asombroso.
La historia hubiera sido maravillosa si hubiera terminado con Don Quixote tomando sus primeros pasos. Pero entonces Guy y Jenni notó un extraño sonido que hizo que se quedaran de piedra.
Pensaron que algo iba mal con Daisy. La miraron de cerca y se dieron cuenta de que algo no era normal.
Realmente conocían a Daisy, quien se comportaba como si todavía estuviera de parto.
Jenni y Guy estaban muy contentos y sobre todo sorprendidos. No tenía ni idea de que iban a tener dos potrillos a los que querer en la granja.
Guy sacó al otro potrillo y Jenni lo tomó en sus brazos. Sus corazones se detuvieron por un momento, estaban preocupados por la supervivencia del segundo potro.
Pero ahora también entendían por qué don Quixote era tan pequeño. Daisy llevaba dos crías dentro suyo sin que nadie lo supiera.
La otra potrilla de Daisy era una hermosa pequeña luchadora. Cuando Jenni y Guy se dieron cuenta de que estaba respirando y que iba a sobrevivir, se pusieron muy contentos y la llamaron Dueto.
Tras varios minutos, Duet se puso de pie e inmediatamente empezó a mamar del pecho de su madre.
El nacimiento de mellizos es raro entre los caballos y sólo ocurre en uno de 10.000 nacimientos. No se supone que las yeguas puedan cargar más de dos crías a la vez, y la probabilidad de que ambas sobrevivan es minúscula, de una entre un millón. ¡Así que parece que esta pequeña familia es muy afortunada!
Mira este video para ver a estos recién nacidos dar sus primeros pasos. ¡Es tan tierno y asombroso!
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