Durante esta pandemia del coronavirus nos hemos dado cuenta de que la vida animal silvestre realmente se merecía un respiro. Hemos visto preciosas imágenes de ciervos bajo una lluvia flores de cerezo sin turistas en Japón, o a cientos de tortugas marinas invadiendo las playas de la India, en ausencia de bañistas.
Pero incluso a los animales que viven en cautividad les ha venido bien la ausencia de humanos. El parque de visa silvestre Royev Ruchey de Krasnoyarsk, en Rusia, está viviendo un “baby boom” entre sus animales, según afirma Andrei Gorban, director del parque, según recoge SDPnoticias.
Debido al confinamiento, por la COVID-19, el parque cerró sus puertas a visitantes y esto ha fomentado el apareamiento. Una prueba más de que los animales silvestre no deberían estar en cautividad.
Los animales del parque viven su mejor momento
El personal del centro informó de que entre los nuevos habitantes hay raros pichones egipcios, terneros de renos, crías de llamas y un mono capuchino llorón.
«A juzgar por el baby boom, el cierre ha sido claramente bueno para nosotros porque hay muchos animales bebés interesantes y hermosos ahora”, relató Andrei Gorban, director del parque, según recoge SDPnoticias.
Me alegra mucho saber que estos animales pueden disfrutar de la vida sin humanos por fin y que esto haya hecho posible dar la bienvenida al mundo a nuevos animales.
Esperemos que el siguiente paso sea que se den cuenta de que lo que necesitan es precisamente vivir en libertad. Comparte si estás de acuerdo.