Lo último que te esperas al ir a trabajar a la oficina es tener como compañero a un oso, como pasó recientemente en Colombia.
Ver a un oso no es algo que uno hace todos los días. Estos animales salvajes figuran entre los más majestuosos del reino animal.
Lastimosamente, la progresiva destrucción de su hábitat por parte del hombre ha hecho que muchos de estos osos no pueden encontrar en su entorno el alimento que tanto necesitan.
Entonces es cuando deciden buscarlo en los cubos de basura de los humanos.
Un oso de anteojos que sorprendió a los funcionarios del Acueducto de Bogotá que trabajaban en el embalse de Chuza, en Colombia.
Los trabajadores retrataron la secuencia en el que puede verse a este gigantesco mamífero entrar lentamente por la ventana del centro y pasear por ahí como si cualquier cosa.
Según reporta Semana, el oso se metió concretamente en el Campamento Diamante, a metros abajo del embalse de Chuza.
Se trata de un punto en el que convergen seis ríos distintos y que guarda gran parte del agua que consumen los habitantes de la capital colombiana, Bogotá.
Es la tercera vez que el oso aparecía por las instalaciones y por lo que explicaron los funcionarios, una vez llegó incluso al restaurante, por lo que creen que está buscando comida.
Eso sí, lo que les llama la atención es que el visitante peludo no tiene miedo de los seres humanos.
Lejos de asustarse, el personal parece estar encantado con las visitas del enorme oso. Aseguran que tratan de respetar al animal y algunos incluso lo consienten.
Aquí te dejamos un video con más información sobre el ojo de anteojos de los andes colombianos:
https://www.facebook.com/SemanaSostenible/videos/10156211013724866/
¡Por favor, considera compartir con los demás la historia de este oso travieso!