Los incendios en Australia han matado a unos 1.000 millones de animales y todavía amenazan con terminar con más vidas a medida que las llamas arrasan los bosques del continente.
Unas de las víctimas más notables de esta tragedia han sido las poblaciones de koalas, que se han visto duramente mermadas no sólo después de que el fuego quemara a muchos de sus miembros sino porque su ecosistema ha quedado totalmente arrasado.
Incapaces de sobrevivir por si solos y gravemente heridos, dependen de la ayuda humana para sobrevivir.
Billy, por ejemplo fue hallado colgando de un árbol en un patio de Adelaide Hills. Todo a su alrededor estaba destruido y necesitaba ayuda.
Los rescatadores trataron de sacarlo del árbol, porque de lo contrario sería deborado por las llamas. El pobre animal estaba paralizado por el pánico.
Una vez lo pudieron colocar en el vehículo su actitud cambió, cuenta The Dodo. Parecía que supiera que por fin estaba a salvo.
Según la publicación, Lucy y Adam Francis de 1300Koalaz, asociación dedicada a ayudar a estos animales, se llevaron a Billy al veterinario donde le curaron las quemaduras sufridas en sus cuatro patas.
Con las patas envueltas Billy no podía encaramarse a los árboles, por lo que no podía ir a un refugio normal. Dedicieron llevárselo a su propia casa, donde le montaron un recinto en plena cocina para estar cerca de él.
Colocaron un colchón de camping y una almohada para que Billy estuviera lo más cómodo posible. En su estado no podía sentarse de forma natural para un koala.
Ambos quedaron muy sorprendidos del dulce caracter de este koala.
«Cuando Billy se acercó a nosotros por primera vez podría haber mordido la mano de mi esposo si hubiera sido un koala de diferente temperamento, pero lo olfateó y lamió suavemente», explicó Francis a The Dodo. «Tenemos una relación muy estrecha con él y él nos permite manejarlo como necesitemos y claramente confía en nosotros, a pesar de ser un koala salvaje».
Cuentan que al llegar a la casa Billy estaba absolutamente traumatizado por el horror vivido. No se movía y temblaba, estaba cubierto de ceniza.
Pero poco a poco, gracias a todos los cuidados que le dan Billy va recuperando su energía y ahora se muestra mucho más entusiasmado y con ganas de vivir.
No podemos ni imaginar el horror que debe haber vivido este pobre animal, tanto él como muchos de sus congéneres en esta catástrofe de dimensiones aterradoras.
Todos los que quieren pueden dar su donativo a 1300 koalas para que puedan seguir ayudando a muchos otros animales en apuros como él.
¡Comparte para seguir divulgando el importante trabajo que hacen todos estos animalsitas.