Un héroe puede tener un traje azul, una capa roja y llamarse el hombre de acero.
Pero un héroe puede también tener cuatro patas, mucha pelambrera y grandes orejas.
Asha es un golden retriever que vive con su familia en Strathdowine, en Australia.
Era ya tarde una noche cuando la perra Asha descubrió algo extraño en la terraza. Vio un bebé de koala que se estaba congelando de frío. El koala estaba muy asustado y no sabía qué hacer ni a dónde ir.
Por su instinto maternal, Asha sabía que tenía que hacer algo rápido. Debía hacer algo para ayudar a este pobre bebé koala. Y entonces Asha se acercó a la cría y el koala saltó a su espalda.
Gracias a la gran cantidad de pelo de Asha pudo mantener al bebé koala con calor toda la noche.
No sabemos con seguridad lo que le ocurrió al koala antes de que se encontrara con Asha pero seguramente había perdido a su madre, y se había quedado solo sin saber que hacer.
El koala se acurrucó y se agarró a la perra toda la noche y de esa manera pudo mantener el calor y sentirse seguro. La cría estaba muy cómoda en el suave y cálido pelaje de Asha.
A la mañana siguiente, cuando la dueña de Asha, Kerry McKinnon, salió a la terraza y vio al koala durmiendo encima de la espalda de la perra se quedó enormemente sorprendida.
Cuando Kerry se acercó comprendió lo que había ocurrido y se emocionó muchísimo.
”Asha salvó al koala literalmente manteniéndolo en calor. Se hubiera muerto seguro si se hubiera quedado toda la noche solo», escribe Kerry McKinnon a Daily Mail.
”Creo que los perros tienen un instinto protector. El koala no quería deja la cómoda espalda de Asha», continua explicando Kerry McKinnon.
La heroica acción de Asha se ha difundido en la red como la pólvora, y no es difícil entender el motivo.
Tras el suceso, Kerry llevó al koala al veterinario para un chequeo médico. La cría a pesar de las circunstancias se encontraba bien. Cuando esté lo suficientemente fuerte, lo dejará libre de nuevo.
¡Los perros son realmente fantásticos! No quiero ni pensar lo que le hubiera ocurrido al koala si no hubiera encontrado el calor de Asha durante la fría noche.
¡Comparte este artículo con tus amigos amantes de los animales para elogiar a Asha! Sin su instinto maternal el pequeño koala no hubiera sobrevivido.