Lilica es una perrita encantadora que fue abandonada en Brasil. Tras vagar un tiempo por las calles, afortunadamente fue adoptada por una familia humilde que vive en un depósito de chatarra en Sao Carlos.
Pero sus penas no se terminaron ahí: Lilica tuvo ocho cachorritos y vivía con un gato, gallinas y otros perros en la casa. Eran tantos los animales que la familia no tenía suficientes recursos para alimentarlos a todos.
Por este motivo, una noche Lilica decidió hacer algo al respecto.
Lilica empezó a desaparecer todas las noches y regresaba con una bolsa de comida colgando de su boca.
Al principio la compartía con sus cachorritos, pero una vez estos fueron adoptados siguió trayendo comida para repartirla entre los otros animales de la casa, ante el asombro de sus dueños.
Resulta que, cada noche, la perra recorría 2 kilómetros hasta la casa de una profesora llamada Lucía Herrera de Souza.
Lucía cuida a unos 13 perros y 30 gatos sin hogar, así que cuando vio a Lilica husmeando en su basura, se imaginó que era otro perro abandonado y le ofreció comida.
Pero al terminar de comer, notó cómo Lilica se quedaba mirando la bolsa y en una ocasión intentó llevársela, pero ésta no estaba bien cerrada y la comida se cayó.
No obstante, Lucía entendió el mensaje y le preparó una bolsa cerrada que ella se llevó.
Desde entonces, y durante dos años, Lucía ha estado llevando religiosamente a las 21.30 de la noche la bolsa de comida para Lilica a un descampado. La perrita acude puntual a la cita, para llevarse luego la bolsa con la que alimenta a sus amigos.
Es increíble como esta perrita sabe lo que es compartir y lo que significa la solidaridad. Gracias a ella sus amigos siguen bien alimentados, así como sus cachorritos.
En este video puedes ver algunas imágenes de esta adorable perra solidaria. ¡Comparte su fabulosa historia con tus amigos amantes de los animales!
