A veces parece que no hay límite para la crueldad contra los animales. Incluso los más devotos amigos de los animales quedan impactados cuando ven algunas de las heridas infligidas a algunos animales.
El antiguo dueño de un perrito llamado Charlie lo abandonó y lo dejó morir.
Pero el pobre animal fue hallado en un montón de basura y envuelto en plástico a punto de morir.
Advertencia: estas imágenes podrían afectar la sensibilidad de algunos lectores.
Afortunadamente, Charlie fue descubierto por unos amigos de los animales que lo llevaron al hospital. Los veterinarios no podían creer el estado deplorable en el que se encontraba.
Su cara estaba hinchada debido al maltrato recibido, pero eso no era lo peor: cuando los veterinarios miraron dentro de su boca sintieron náuseas. Sus dientes estaban podridos y su nariz y labios completamente destruidos.
Los veterinarios dieron a Charlie analgésicos y le practicaron una cirugía plástica. Sus encías y el interior de su boca, que había sido destrozada por parásitos, estaba destruida y tenían que ser eliminadas. Durante varias semanas, los veterinarios le quitaron trozos de nariz y rostro. Comer era doloroso para Charlie, pero sus rescatadores le dieron pacientemente pequeños trozos de comida para que recuperara fuerzas.
Cuando Charlie recibió los cuidados y el amor que necesitaba era como cualquier otro perro. Incluso estando débil, trató de jugar con el personal en el hospital. A pesar de sus horribles experiencias previas con la gente, mostraba confianza con quienes lo salvaron. ¡Qué perro más dulce!
Charlie también hizo una amiga: Natalie Barber, una voluntaria en el hospital de animales. Después de tres meses de cuidados intensivos, Charlie estaba lo suficientemente bien como para abandonar el hospital y encontrar un hogar de acogida. La elección fue simple y Natalie se lo llevó a su casa. Su familia ya tenía a un perro y todos querían que Charlie fuera el perro que su anterior dueño no le dejó ser.
Durante la rehabilitación de Charlie, los veterinarios encontraron un microchip que les permitió localizar a su anterior dueño y denunciarlo a la policía. Pero lo más importante fue que Charlie ahora tiene un dueño que cuida de él y lo trata como todos los animales deberían ser tratados: con amor, cuidado y respeto.
¡Un gran gracias para Natalie, una verdadera amiga de los animales y un modelo para todos nosotros!
Dale me gusta y comparte esta historia si también crees que los perros merecen un hogar que los cuide y los quiera.