La idea de que los perros son el mejor amigo del hombre es sabido. He escuchado incontables historias sobre perros heroicos.
Esta historia puede que sea antigua, pero creo que es tan maravillosa que vale la pena contarla de todas formas.
Un día de 1993 Mindi, de Ohio, (Estados Unidos) llevó a su hija más pequeña, Rachel, a la cama para dormir la siesta. Tenía tan sólo unos meses de edad.
La otra hija, que tenía 9 años, estaba jugando con sus amigos.
Cuando tienes un niño pequeño estás a menudo cansado, y Mindi pensó en descansar un poco mientras la pequeña Rachel dormía la siesta.
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Pero primero decidió tomarse una ducha rápida.
De repente, el perro de la familia, Papillon, quien solía ladrar mucho, empezó a ladrar como loco.
Finalmente, este golden retriever entró en el baño y miró a Mindi. Ella inmediatamente pensó en Lassi y se dio cuenta de que Papillon quería algo. Salió de la ducha y siguió a Papillon hasta la habitación donde Rachel estaba dormida.
Una vez Mindi llegó a la cuna, Papillon empezó a saltar arriba y abajo. Y ahí es cuando Mindi se dio cuenta de lo que iba mal. Los labios de Rachel estaban azules y no respiraba.
Mientras Mindi trataba de resucitar a su hija, ella pidió a Amanda que llamara a una ambulancia.
Mindi golpeó a su hija en la espalda por si algo estuviera atascado en su garganta.
Después de un rato, Rachel empezó a llorar y Mindi sintió una gran sensación de alivio. Rachel respiraba de nuevo.
Finalmente, la ambulancia llegó, y mientras Mindi y Rachel iban al hospital, Amanda se quedó en casa con Papillon.
En el hospital, los médicos encontraron un trozo de comida en el esófago de Rachel, que era lo que había hecho que se atragantara.
Es increíble lo que son capaces de percibir los perros y cómo nos ayudan. Me emociono solo de pensar que a esta pequeña su perro le salvó la vida.
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