Un hombre estaba afuera manejando con su auto y las vías estaban llenas de nieve. Manejaba lento porque la vía estaba lisa y estaba pendiente a ver si veía animales por los lados. Era un día normal e iba en camino al trabajo.
Pero él no sabía que todo iba a tomar un giro inesperado – en unos pocos metros.
Repentinamente vio una caja blanca al lado de la vía. Casi que no se veía contra la nieve blanca – pero él se dio cuenta que esa caja no debería estar ahí.
Decidió detener el auto para salir y mirar. Sentía que algo no estaba bien.
Y en poco tiempo se iba a dar cuenta que su sentimiento era correcto.
Cuando se acercó vio que algo se movía en la caja.
En la caja habían dos gatos congelados y desnutridos. Alguien les había puesto comida ahí y luego los habían dejado.
El hombre no lo podía creer.
Los gatos estaban en muy mal estado. Eran flacos, estaban fríos y sus ojos estaban infectados.
Parecía como si habían perdido la esperanza.
No había casas al alrededor, fue mucha suerte que este hombre vio la caja de tan lejos.
Él no podía entender cómo alguien le podía hacer esto a los gatos.
El alzó a los gatos y los puso en su auto. Luego se fue directamente a la casa.
Su familia recibió a los gatitos con los brazos abiertos. Ellos rápidamente entendieron que los gatos no estaban bien y tenían que ir donde un veterinario.
Uno de los gatos estaba peor y la familia tenía miedo de que tal vez lo tenían que dormir para siempre. Pero el veterinario le dio una oportunidad al gatito, si tenía la voluntad se iba a mejorar.
La familia le dio amor y seguridad a los gatos. Les dieron comida y los bañaron.
Se dieron cuenta de que los gatos eran muy apegados el uno al otro y no querían estar solos. Y esto no es muy raro pensando en lo que habían vivido.
Los dos gatos eran domésticos y parecían estar acostumbrados a las personas. Por eso era aún más raro que alguien los había dejado en la nieve.
Con el tiempo se pusieron más y más fuertes…
… y lentamente fueron subiendo de peso otra vez.
Los dos gatos iban a sobrevivir.
Pero uno de los gatitos tenía una lesión en la cola y luego tuvieron que amputar una parte de ella.
Al principio la familia iba a buscarles una familia nueva a los gatos. Pero se encariñaron tanto con ellos que se quedaron con ellos.
Les pusieron los nombres Tango y Cash.
¡Qué final tan lindo! Esta familia se merece una estrella de oro por su rescate.
¡Todos los gatos se merecen un hogar amoroso. Te invitamos a compartir la historia si tu también quedaste conmovido!