Esta foto es una de las fotos más terribles que he visto nunca. Una perra abandonada por su dueño – mira fijamente la pared bloqueada por el miedo.
Cash, la perra, apenas se atreve a moverse. Sigue echada sobre su propia orina en una perrera y no quiere comer si la están mirando. Cada vez que alguien cierra una puerta se gira hacia donde proviene el ruido.
Ha perdido la confianza en las personas.
Tammy Graves es el fundador de la organización en favor de los derechos de los animales The Haley Graves Foundation. En una de sus visitas a la perrera vio a Cash.
La perra estaba echada temblando y con la cabeza mirando a la pared. Estaba muy asustada y se había abandonado a su propio destino.
Tammy estaba enfurecida. No era la primera vez que veía a un perro maltratado. Pero había algo en Cash que la hizo reaccionar de manera fuerte.
Decidió escribir una publicación en el Facebook:
«Esto es lo que ocurre cuando las personas abandonan a su perro en una perrera. Ese perro se levantó contento por la mañana en una cama caliente o en un sofá, esperó su desayuno y se subió al coche pensando que iba a ir al parque o en el peor de los casos al veterinario.
Y en vez de eso se le abandona en un lugar donde hay 275 perros más que aúllan y que quieren estar en libertad, que huelen la muerte y que oyen el ruido de las puertas cerrarse continuamente detrás de ellos. Los animales llegan y no vuelven a sus casas nunca más. No tienen ni idea de lo que va a pasar con ellos. Lo único que saben es que nunca pidieron estar allí. Ni siquiera pidieron estar con un propietario irresponsable.»
«Hoy esta perra se encuentra bloqueada por el miedo, metida en un charco de su propia orina. Con miedo a moverse, a tener contacto visual y solo piensa en desaparecer tras ese muro. Porque si desaparece nadie la verá y así podrá evitar el terrible destino que la aguarda», escribe Tammy en el Facebook.
Tammy publicó una foto de Cash de cara a la pared.
No podía dejarla
Tammy sabía que no podía dejar a la perra así. Unos días más tarde volvió a recoger a Cash. Decidió también ponerle otro nombre: June.
Parece que June no había perdido totalmente la confianza en las personas. Cuando salió de la perro, cambió un poco de actitud. Le estaba enormemente agradecida a Tammy. Pero todavía no se encontraba recuperada.
June estaba enferma por el maltrato sufrido durante largo tiempo. Necesitaba seguir tratamiento y recuperarse antes de encontrar una nueva casa. Y hasta que eso ocurriera debería permanecer en una casa de acogida.
Finalmente tuvo un final feliz
June comenzó lentamente a sentirse mejor. Incluso se atrevió a acercarse y dejarse acariciar por su dueño de acogida.
Esta perra tuvo un final feliz. Se curó y encontró un amorosa familia que la adoptó.
Desgraciadamente no todos los perros tienen la misma suerte. Muchos de los perros que terminan en una perrera nunca salen de allí. Y si no encuentran un nuevo dueño, se les mata.
Por ello es enormemente importante concienciarse de que no se debe COMPRAR un perro si no se le va a cuidar adecuadamente.
Aquí puedes ver un vídeo de June
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Todos los animales se merecen una buena vida en un buen hogar.
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