El amor de una madre a sus hijos es lo más fuerte que hay. Y una madre sacrifica su vida por sus hijos si es necesario.
Y parece que no importa si la madre es humana, perra, gata o otro animal. El amor es el mismo.
Durante mucho tiempo una mujer le había dado comida a la gata callejera Dongsuk. Esta amable mujer también le daba comida a otros gatos y les salvaba la vida todos los días.
Pero llegó un día cuando Dongsuk se negó a comer. Ella solamente quería la comida si le la daban en una bolsa. O si no se quedaba mirando mientras los otros comían. No importaba el hambre que tenía.
Entonces la mujer empezó a preparar una bolsa que le daba a Dongsuk todos los días.
Apenas ella recibía su bolsa, con cuidado la agarraba con la boca y salía corriendo.
Pero la mujer empezó a preguntarse, «¿qué hacía con la comida?», y un día siguió a la gatita.
Fue entonces que se dio cuenta de que la comida no era para la gata, era para su cría.
Resulta que hace unas semanas Dongsuk había tenido cinco crías, pero por alguna razón trágica solamente había sobrevivido una.
La pequeñita que había sobrevivido se veía exactamente como su madre pero con un pelaje naranjado.
Con mucho cuidado Dongsuk abría la bolsa y dejaba que la pequeñita comiera. Cuando su cría estaba llena la mamá se comía lo que había sobrado.
La mujer estaba tan impresionada con el instinto y el amor maternal de Dongsuks que sintió que tenía que hacer algo para ayudarlos.
Mira el vídeo de aquí abajo para ver como le fue a Dongsuk y su cría:
https://www.youtube.com/watch?time_continue=104&v=cH8Wya0WiuE
¿Cierto que es hermosos que hay personas que se dedican a a cuidar a los animales que no tienen un hogar?
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