La capital de Turquía, Estambul, recibe cada años numerosos turistas. No es de extrañar, es una ciudad preciosa. Pero ahora no son los turistas los que disfrutan precisamente de la ciudad. Con la cuarentena, los delfines han tomado sus aguas, dejándonos unas bellas imágenes.
Estambul, una gran ciudad de 16 millones de habitantes, ha visto reducida y actividad y su tráfico, tanto por carretera como el marítimo. Se ha prohibido también la pesca en sus aguas, lo que ha provocado que haya más peces, escribe Clarín. Esta comida extra, y las aguas menos transitadas, han atraído a los delfines como no ocurría desde hace mucho tiempo.
Yoruk Isik se dedica a avistar barcos en el Bósforo y cuenta que ha visto delfines antes pero ahora se pueden ver mucho más cerca la orilla «ya que la pesca de caña incontrolada ha cesado temporalmente», dice a la agencia de noticias AFP según Clarín.
Los delfines luchan por sobrevivir y verlos tan cerca de la costa es una señal que indica una mejoría en las aguas del estrecho del Bósforo, como muestran las imágenes de EuroNews.
Desde 1983, la pesca de los delfines está prohibida en Turquía, y ahora estos fantásticos animales ha vuelto a tomar las aguas de Estambul.
