A pesar de que organismos internacionales, entre ellos la Organización mundial de la Salud Animal, insisten en que no existen evidencias que demuestren que los animales domésticos puedan contagiar el coronavirus, muchos perros y gatos se han convertido en víctimas silenciosas de la epidemia en China.
Según explicó desde China el periodista Zigor Aldama a El Diario en España, perros han sido arrojados de balcones e incluso apaleados por la calle por miedo al contagio del virus. Por el mismo motivo, otras muchas mascotas han sido abandonadas colapsando refugios.
Según reportó El Diario, el gobierno incluso ha llevado a cabo campañas de exterminio preventivo a pesar de no existir evidencias científicas que respalden el hecho de que las mascotas resulten una amenaza por el coronavirus.
Debido al auge de abandonos en Hong Kong, las autoridades incluso tuvieron que hacer un llamado urgiendo a la población a dejar de abandonos de mascotas.
El origen de estos temores fue el positivo “leve” por coronavirus que dio un test realizado en Hong Kong en un perro de la raza pomeranian, cuya dueña de 60 años estaba en cuarentena domiciliaria tras infectarse con el coronavirus.
Pero según informó el portal animalista Anima Naturalis, el veterinario especializado en virus Raymond RR Rowland, aclara que los llamados “positivos débiles” significan que el perro puede ser anfitrión de la enfermedad pero que no enferma ni infecta ni a personas ni animales.
Sin embargo, cabe destacar que durante la epidemia del coronavirus en China no todo han sido maltratos contra los animales de compañía.
Muchos dueños de mascotas se han desvivido por conseguir que amigos o familiares se acercaran a cuidar o alimentar a sus perros y gatos, cuando las autoridades les obligaron a entrar en cuarentena imposibilitándoles llegar hasta ellos.
Pero es importante, que el pánico sobre el coronavirus y las mascotas no se extienda, así que por favor, ayúdanos a compartir esta información para evitar que muchos otros animales sufran el mismo destino en otros países donde el virus está empezando a convertirse en un problema.